Cuando dejamos a nuestros hijos que se monten en el autocar escolar nos quedamos tranquilos y a la vez intranquilos porque no sabemos a ciencia cierta si el autocar donde van montados cumple con todas las normas básicas de seguridad. Por eso, para que te quedes más tranquilo y puedas desayunar sin que se te atragante la tostada, te vamos a contar cinco claves para que sepas que un transporte cumple con la normativa de seguridad ¡Toma nota!
- Los vehículos utilizados para transporte escolar no pueden rebasar los 16 años de antigüedad ¿Cómo sabes tú esto? Pues muy fácil, mírale la matrícula y haz cálculos.
- Los autocares utilizados para transporte escolar deben ir señalizados tanto en la parte delantera como trasera con el distintivo que avisa que es un vehículo utilizado para transporte escolar. Si ves que no lo lleva. Puedes ir reclamando.
- El suelo del autocar no debe ser deslizante y los bordes de las escaleras deben ser de colores vivos para garantizar la seguridad de los pequeños. Si ves que esto no se cumple, pon una queja.
- La duración del viaje en transporte escolar no debe ser superior a una hora, ya que se supone que los niños montarán en autocar para ir al cole a su hora precisada. Si ves que el autobús no llega en el tiempo establecido, puedes quejarte.
- Las puertas de entrada al autocar deben disponer de barras para facilitar la entrada y salida de los más pequeños. Y deben estar adaptados para personas con discapacidad.
Por tanto, si ves que el transporte escolar en el que va tu hijo no cumple estas normas básicas, puedes ir poniendo una queja porque un autocar escolar debe cumplir con la normativa a rajatabla.
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